lunes, 8 de febrero de 2010

Tu BESO

Siento que el aire me falta y que no puedo respirar. Que no existe ni nunca ha existido un momento que se pueda igualar a éste.

Siento una inmensidad que me llena, que se aposenta en mi pecho y se hincha, tanto, que parece que voy a explotar.

Siento que el aire me eleva, y me quedo muda, sin voz, sin fuerzas para mover mis labios, pero sin fatiga para mover el mundo a mis pies.

Siento que no hay más mundo, que mis ojos están ciegos, que puede ser sólo un sueño, y cuando me separe de tus labios no haya un mañana. Entonces no quiero despegarme de ti, no quiero que me invadan las sombras; que mire alrededor y no sienta nada; que mis labios tiemblen de frío, y mi esperanza viva sólo de recuerdos; que sienta trémula la flaqueza, y me parezca estar mirando un pozo sin fondo, un abismo interminable, un laberinto vacío del que no encuentro otra salida que no seas tú, tus caricias en mi cuerpo, tus besos en mis labios,...

Cuando tú me miras siento quebrarse el resto del mundo ante mis ojos y pienso ¡nunca jamás! Nunca jamás volveré a sentir lo que ahora siento, pero ¡qué contrasentido! Parece que lo que ahora vivo es inextinguible, y cada segundo que pasa me siento aún más viva, más enamorada, y este amor me embriaga hasta volverme borracha de amor; hasta estar tan ebria que me siento vulnerable a tus roces, a otro beso que se pierde, temblando siempre hasta morir, pero reviviendo en mi cuerpo en las largas noches de soledad.

Mímame...

Cielo mío:

Son ya mil momentos de amor los que hemos compartido, son mil instantes juntos y muchas palabras las que nos hemos dicho con la música de fondo del corazón, lo que sentimos. Y yo quiero que siga así, porque con cada palabra, con cada sonido que sale de tus labios me estremezco, y aunque ya conozca tu voz -como no conocerla si es lo único que quiero escuchar- , cada vez que te escucho vuelvo a temblar y me vuelvo a enamorar de ti una y mil veces.
Cuando no estás, te oigo, cuando estás me quedo mirándote absorta, cuando no estás te siento, cuando estás te quiero abrazar.

Cuéntame tus anhelos, lo que esperas de mí, lo que sueñas, procuraré meterme en tus sueños y en tus pensamientos, cumplir tus esperanzas y estar ahí cada instante.

Te quiero seguir oyendo, guardando tus palabras en mis sentimientos. Te quiero seguir escuchando, cuando lo hago olvido el mundo, olvido las penas, olvido hasta el olvido.

Te oigo, te amo.

Mímame, te necesito, necesito tus besos, tus caricias, tus palabras, tus pensamientos, tus sueños, tus anhelos, necesito todo de ti.

Te necesito a ti y quiero que me acompañes en mi vida y no me abandones nunca.
Necesito tu presencia para respirar y poder tener felicidad.

Sigue mimándome. Sigue regalándome tus encantos, tus sentimientos y tu dulzura.
Tus besos y tus caricias son mi alimento, tus mimos mi aire para vivir.

Me despido de ti, no sin antes decirte que ahora no te oigo, pero miento, grabé tus palabras diciéndome que me amas y por eso la sonrisa se quedó perenne en mí. Deseo que llegue el momento de volvértelo a escuchar, porque tus: "te amo", son mi fuerza de vivir…

Gracias por mimarme, por hacerme sentir así. Gracias por estar ahí y dejarme hacerte feliz.

Sigue mimándome, sigue haciéndome feliz.

Tuya

domingo, 7 de febrero de 2010

Solo pensamientos...

Quisiera servirme de este lugar para dejar libres mis pensamientos, reflexiones, emociones, ... palabras que me llenan y me asfixian. Palabras que son destinadas a ti y quiero liberar al viento!!!